Wednesday, December 30, 2015

La Maravillosa Lanza-llave de La Perfeccion.

Esta mañana amaneció nublado dentro de La Torre y mi corazón se sincronizó con el pronostico de Tormenta. El veneno que poco a poco está enfriando la sangre de mis venas es lo que llueve y  "Granizo en el Aparato Circulatorio", es el mas probable de los resultados... estamos en Temporada Alta de Ledasol, nada se puede hacer.
Y como pasa siempre en estos casos, la unica forma de evitar la congelación-coagulacion, es visitar algunas de las miles de habitaciones de este adefesio arquitectonico, en busca de algun shock, valvula o escape que me haga reir o llorar; descarga eléctrica, frio, agua hervida, abejas no muy asesinas...cualquier cosa. Para sobrevivir debo recurrir a lo que se cruce con La Torre.
El Agujero Negro que vivía en el Ombligo de Dalí, Un Numero 7 que se Mutiló para ser un Uno y los Patos que se Negaban a Devolver a la Princesa parecían ser las únicas novedades del dia. Yo ya me estaba debatiendo entre averiguar cual de las princesas era la secuestrada o investigar si la pelusa puede vivir en un agujero negro, cuando sentí el ruido de algo pesadísimo que caía dentro de una puerta que no había examinado aun. Tome la mano del Oli-recuerdo-que-ya-no-está y me dirigí hacia la aventura.
Era un hombre. Otro hombre, quiero decir, uno que no era yo. Hermoso, perfecto y sonriendo con dientes armoniosos y destellantes que inmisericordemente desnudaban todas y cada una de mis imperfecciones, multiplicandolas por mil. Pero eso casi no me dolió (lo opuesto normalmente sucede) porque me estaba mirando (¡a mi!) con esos ojos siberianos; me estaba llamando con las pestañas que naturalmente le delineaban los misterios de la belleza egipcia en la mirada. La barba cuidadosamente descuidada y el cabello un poco largo coronando la cara de niño en ese adulto tejían una cuerda que me llevaba hacia él luego de haber matado mi cordura.
¿Quien habia cincelado ese cuerpo imposible? Las montañas que formaban los brazos y las cordilleras de sus piernas cercaban el torso que ostentaba un pecho-almohada mullido y convocante pero firme... ("hace tanto que no duermo cansado!", atiné a murmurar). Mas abajo seis, ocho, ¿diez? islotes adornaban el vientre firme. Y mas abajo, por el camino de las hierbas, La Lanza.
No era una lanza comun, y no solo por medidas, grosores y pesos específicos, sino porque era tambien una llave, una Maravillosa Lanza-Llave que el sueño hecho realidad que estaba al frente mio sostenía en sus manos con un orgullo purísimo.

"PAF...!"

El golpe me despertó del ensueño calenturiento y me informó que el Adonis estaba rodeado por un vidrio transparentisimo, apenas visible. El cartel con el que me encontré en el piso me dijo que estaba al frente de "La Perfeccion empuñando su Lanza" del artista Max Chierel. Una estatua viviente, literalmente. El monumento seguía sonriendo y respirando obscenamente, girando para mostrarse, demarcando su juventud y belleza con las manos, desesperadamente ofreciendo su voluptuosidad masculina... ¿a cambio... de que?.

-"Sacame de esta torre y te regalaré calor" -dijo a través del cristal protector. -"Este lugar es frío y me está matando. Necesito los ojos de los otros para existir y los tuyos ya me miraron demasiado. Muchas mas miradas o mi corazón se parará". Todo eso tan desesperado y triste lo decía con su cara de orgasmo fingido y su sonrisa de amor de alquiler y de repente me dio pena que alguien cuya lanza-llave le había abierto todas las puertas del mundo se hubiera encontrado con un lugar tan deprimente y recluído que no le brindaba nada de todo lo que la vida del afuera le regalaba a diario, simplemente a cambio de todo ese show que le salía tan bien como respirar. Houdini frente a una celda de la que no podía escapar.

"No tengo la llave. Yo tambien la busco. Vas a tener que aguantar un poco y te vas a ir solo de aqui... nada (excepto yo) se queda mucho en La Torre".
No le gustó para nada la respuesta, ni un poquito. Agarró la puerta a patadas y me insultó con chillidos, describiendome todas las imperfecciones de mi cuerpo-no-estatua, se rió de mi lanza (lo habia olvidado, pero tengo una) y escupió hacia mi direccion. Y aun asi no pudo salir. En un momento se dejó caer en un rincón, volviendose gris y sombrío y aunque seguía siendo hermoso gris y sombrío, el espectaculo era ahora muy triste. Me retiré junto a mis ojos que ya lo habian mirado demasiado, mientras "La Perfeccion empuñando su Lanza" cantaba un tango caminando al revés, desesperado de Ledasol.

Sintiendome muy sucio y muy canalla, luego en soledad lo recordé una vez mas, gracias a su imagen reflejada en mi lanza.-



Wednesday, December 23, 2015

Ledasol

Creo que finalmente descubrí la causa de todo lo que me duele, de todo lo que me irrita, de todo lo que se infla y supura. Los dolores de garganta, los mareos, la presion en el pecho, estoy casi seguro que todo se debe al Ledasol.
Y es que ese gas estuvo siempre aqui en La Torre (de hecho hay quien dice que toda la estructura esta hecha de Ledasol solidificado), pero yo siempre crei que era inmune. Pasé años y años encerrado sin ningun tipo de reaccion negativa, caminando entre las sutiles nieblas azules del quimico, llegando a apreciar lo bonito del espectaculo que daba al brillar en la oscuridad.
Cuando una persona, planta, animal mitologico o comunacho coincidian en tiempo y espacio con La Torre, podía advertir como con el pasar de las horas dicho ser empezaba a demostrar los signos clasicos de envenenamiento con Ledasol: ojeras pronunciadas, accesos de llanto, deseo de caminar por las paredes, balanceo en los rincones, incapacidad de imaginar el futuro. Y de alguna forma, no experimentar nada de eso me hacía sentir superior, poderoso, especial. ¡Inmune a uno de los venenos mas poderosos de mundo, ni mas ni menos!.
Y despues fue Oli.
Me imagino que pueden estar comenzando a cansarse de leer sobre Oli, pero es que es asi... toda mi vida es un antes y despues de ese gato loquillo: A.O y D.O.
Oli pensaba que era inmune, y yo feliz de la vida por haber encontrado a alguien magnánimo y evolucionado como yo, que podía disfrutar conmigo del show de las nebulosas azules flotando como esas burbujas obscenamente gigantes que los niños hacen en las plazas, sin luego empezar a hablar en lenguas y caminar hacia atras cantando un tango, como pasaba ya en los casos graves.
Tomados de la mano veiamos el veneno pasar, sin dañarnos. Nuestro amor seguro era especial y eso era la prueba.
No debí haber ignorado el llanto mal disimulado de Oli durante las noches y por detrás de los abrazos. No debí haber fingido que le creía sus "todo-está-bien".
Gravemente envenenado de Ledasol, un dia el chico-gato que vivia en mi corazón en la torre decidió saltar, luego del Ultimo Beso. Ese dia Oli decidió vivir. ¿Y quien lo puede culpar? todos queremos vivir.

Pero yo quería vivir con él..

Hasta habia instalado un pequeño laboratorio en una sala secreta de La Torre y sin saber muy bien como, intentaba encontrar una cura, un elixir, una poción milagrosa. Nunca se lo dije y nunca fuí exitoso, obviamente. Ahora pago con mi cuerpo las consecuencias de mi corazón expuesto al Ledasol, cuando los demás pagan con su mente.

Este sería el momento oportuno para que La Llave aparezca, pero en mi vida nada llega en el momento mas desesperado. Es tiempo de sobrevivir, como se pueda, aunque yo no caiga siempre parado.-

Tuesday, December 15, 2015

Lo que Oli me dejó

Como ya les habia contado, hay veces en que gente, lugares y cosas se meten a La Torre, asi como asi, de improviso. A veces con un estruendo tremendo, como El Elefante Sin Talento Natural que Trataba de Aprender Tap ; otras veces silenciosamente, entre gallos y medianoches, como El Gallo que Cantaba y ocultaba al Sol.
Un dia mi baño es solamente el cuarto de los desahogos y al otro puede ser la Sede Regional del Concurso de Triangulos que Se Agarran a las Piñas para Ver Cual es Mas Escaleno (y lo fue, pero esa es una historia matematica y aburrida).
Entonces nunca se sabe que se puede encontrar detras de una puerta, o agarrado del techo o deslizandose por las tuberías. Y no saber que puede pasar a mi alrededor siempre me dio terror (o sea, la vida me da terror), asi que cuando sentía el estruendo de una modificacion salvaje o percibia un cambio sutil en el ambiente, no osaba salir de La Pieza, el unico lugar que jamas cambia, aquel desde donde les escribo esto.
Cuando Oli entró a La Torre por su propia voluntad, luego de muchos intentos (ante mi asombro), y me llenó de felicidad (pero eso ahora duele, no se como puedo siquiera escribirlo, ¡OLI YA NO ESTÁ!...)
Perdon. El tema es que Oli amaba las locuras que entraban a la casa, sin importarle lo peligrosas que podian ser y me arrastraba con el cuando sentia el estruendo o percibia el cambio sutil. Y yo, de su mano, temía menos. No es que me era mas facil aplaudir al Elefante Sin Talento, no, me daba la misma vergüenza ajena, pero decirselo a Oli le daba a toda la experiencia el valor de lo compartido: era medio miedo, era media vergüenza.
La Pieza ahora se siente fría y del tono mas oscuro de gris sin su presencia. La Torre entera ahora se siente envenenada.
Milagrosamente (y es que los milagros pueden ocurrir aun aqui) cada dia, de a poco, aprendo a amar mas las locuras que entran a La Torre. Y la presencia de la patita del Oli que se quedó conmigo me agarra y me lleva, ignorando al Oli real y su desamor, para que veamos si es que por fin El Elefante se compró un pie derecho.
En esos momentos me olvido un poco del veneno. Ese es el regalo que Oli me dejó.-

Wednesday, December 9, 2015

R.A.F

R.A.F significa Real AirForce... cuando yo era una persona y no un conejillo de indias atrapado en esta laberintorre, tenia una abuela que lucho durante muchos años a bordo de un jet de caza de la Real Fuerza Aerea. Gano todos los combates, excepto el mas dulce de todos y termino habitando una silla de ruedas.
Aun asi no quiso perder contra la pena y se dedicó a repartir ternura... cocinaba empanadas riquisimas, lloraba si alguien le escondia la comida en broma, se reia entre dientes si escuchaba alguna broma subida de tono y le gritaba "¡porquería!" a los villanos de las novelas.
A veces la sueño y en sueños me acaricia suavemente el dorso de la mano.
A veces necesitaria que fueras mi refuerzo abuela y llegaras en tu jet de caza cuando Los Pensamienten me arrinconan a patadas. A veces quisiera que bombardearas La Torre y me sacaras de aqui.
O al menos que me mandes unas empanadas <3

La Fiesta que entró a La Torre

Algunas veces cosas, seres y hasta lugares enteros se meten a La Torre. Es un fenomeno dificil de explicar, pero podria decirse que las coordenadas espacio-temporales de ambos elementos (Torre y cosa-ser-lugar) coinciden por un cortisimo lapso.
En las ultimas horas de El Dia de No Existir, una fiesta con gente, globos y hasta musica se coló entre estas paredes mustias. Al principio tuve miedo, no estaba vestido acorde, no tenia conversacion, ¡no me habia lavado bien los dientes!, pero a Los Fiesteños (como se hacian llamar los habitantes de La Fiesta) mucho no les importaba. Me dieron tareas, compartieron su comida, me sirvieron liquidos varios y principalmente hablaron conmigo. Y yo hablé con ellos tambien: toda una novedad.
Una Fiesteña me pregunto sobre si estaba siempre solo aqui y le conté la historia de Oli y como despues de haberme desacostumbrado a estar solo, el gato me habia tirado un manto de soledad pura para luego arrojarse por la ventana. Ella me contó que estaba de novia con un dragón que muchas veces casi la quemaba, pero que qué se podía hacer, a ella le encantaban los dragones feroces. Y asi otras charlas fueron y vinieron.
Desaparecieron antes de que pudiera darles las gracias y sin saber cuanto me ayudaron a pasar No Existir. Siento un extraño deseo de volver a ver otra La Fiesta, aunque no sea la misma.

Eso es otra novedad.-

Despues del Dia de No Existir

En La Torre, cada año hay un dia en que existir es peligroso. Ese dia no se pueden dejar huellas, ni escribir cartas, ni crear, ni descubrir, ni cocinar nada que no se coma en el dia, ni conocer a nadie, ni sentir nada. El Dia de No Existir podria quedar entre los papeles, en la tinta, en el cerebro, en las migas, en los ojos del otro o en el corazon...y eso es peligroso porque No Existir puede llamar a El Terror.
El Terror lo mancha todo, lo marca todo, limita, corta. No lo hace a proposito, al menos no totalmente, pero bueno, me provoca... terror, que se le hace.
El Terror no es malo, pero aun no lo puedo digerir. Es que despierta a todos los terrores dentro de mi y quedo inerme ante tanto terrorismo animico.
Alguna vez, podre mirar a los ojos al Terror durante el Dia de No Existir y le diré: ¿no podemos ser amigos?.
Pero eso aun no se puede, al menos mientras siga fermentando en La Torre. Igual no me doy por vencido, aun.-

Saturday, December 5, 2015

Xeon, el muchacho-tigre de El Caparabar

Xeon llego por sorpresa a mi vida. Bah, a mi vista. Solo lo conozco desde lejos, y desde lejos me encanta imaginarmelo, lo construyo, inventandole una personalidad y metas y gustos y motivaciones, llenando asi los vacios de mi curiosidad.
Desde el balcón lo vi llegar una tarde gris de otoño con unas maderas y herramientas varias, con su sonrisa de chico picaro, una remerita blanca, un pantalon deportivo y su pelaje dorado que le daba un sol a esa tarde sin sol. Con mucho empeño construyó un puesto de comidas junto a su padre dentro de un caparazón que una pareja de pajaros habia abandonado hacia unas semanas.
Me imagino a Xeon como el tipico galancito de barrio con mil novias y la lengua dulce e inventiva que hace imposible que se lo pueda odiar. Para todo tiene una salida, un chiste, una excusa. Y si las palabras no funcionan y el cejo del interlocutor se frunce, el chico-tigre solo tiene que sonreír e iluminar el mundo. Nadie puede sostener el enfado frente a esa sonrisa que pone en movimiento a los girasoles, confundidos.
A veces me imagino a Xeon, posible. Posible para mi. Imagino que me mira y sostiene la mirada, luego sonríe y me saluda, invadiendome de verano:"¿Que hacés ahi arriba? ¡Baja y charlemos un rato! Yo invito". Por supuesto tanta luz como la de esa sonrisa y la dulzura de la invitacion es demasiado para La Torre, que se derrite de inmediato, dejandome al fin libre. Corro hacia El Caparabar, me acerco a este chico y le digo... ¿que le digo?. Alli mi imaginacion ilimitada se detiene en seco y no hay una forma logica de terminar la historia. El tiene toda la libertad del mundo, sus amigos, mil novias y un Caparabar... ¿que puedo darle yo, mohoso de tantos años encerrado, cubierto de sombras, invadido de invierno?.
A veces no puedo ni imaginar tranquilo, mierda.
Fuera de que es hermoso, de hecho nada se sobre Xeon. Mejor asi, el inventado es un amor.-

La Musica del Viejo Sueño

Al Viejo Sueño le gustaba Oasis. Yo aprendi a quererlos cuando empece a quererlo a él.
El Viejo Sueño era tan alto que yo pense que iba a llegar hasta mi balcón y sacarme de ahi. Sin llave. Hoy la idea parece estupida, pero en esa epoca, recien graduadito de adolescente, parecía que todo encajaba. Pero nada encajó nunca entre nosotros dos.
Resulta que al Viejo Sueño le asustaban las alturas y prefería las zanjas, los pozos, las cuevas. Yo lo sabia, en el fondo, pero me hacia el tonto. El, mi ilusion, era muy precioso como para perderlo. Yo tambien le servia para algo, aunque nunca supe exactamente para que y asi nos hicimos amigos.
Vivi muchos años bajo la sombra de su cuerpo merodeando La Torre y alimentandome de sus ambiguas palabras no-se-si-de-amor-o-de-amistad, hasta que un dia conoció a La Busca-Trufas. Ella le hizo un agujero en la tierra, super-comodo y super conforme a las normas y el dejó de pensar en mis alturas, que tanto vertigo y confusión le causaban.
Cuando escucho Oasis, siento que puedo echar un vistazo a una realidad alternativa donde el Viejo Sueño se arma de valor y trepa La Torre y la derrumba conmigo adentro. Y ya en el suelo, todo encaja.

"'Because maybeYou're gonna be the one that saves me". Nah.-

Llama La Dolorosa

No importa cual sea el ringtone que le ponga a mi viejo celular, ya sea un ritmo fuerte y sensual, una estruendosa descarga de rock o una cancion de cuna suavecita; cuando la melodía comienza a invadir el silencio de La Torre avisando una llamada mi corazón se detiene, como el de un rey sin defensas que escucha las hordas del ejercito enemigo avanzando sobre su castillo de muros derruidos, sensibles, blanditos.
Esta vez fue La Dolorosa, desde el telefono de El Inimputable, para contarme desgracias, como a veces pasa. La ultima que recuerdo fue la historia de El Imparable, un joven que, luego de la muerte de su hermano mayor, habia jurado que iba a suicidarse para finalmente encontrarse con el. Lo cuidaban de dia y de noche y le sacaban todo instrumento con potencial de muerte, pero al final el chico logró su cometido de vida, en la muerte. Ojo que yo no lo cuento bien, la Dolorosa lo cuenta con la intencion de que te duela, de que experimentes el sufrimiento del torturado personaje del tal-vez-chisme en sus ultimos momentos de agonia. Tal vez conmigo se frustre La Dolorosa. Ella no sabe o pretende no saber que yo ya viví miles de muertes en vida y tal vez me llama para ver si su hijo aun es humano, si aun me conmuevo con algo.
La historia esta vez fue la de El Lavado. Un hombre de campo, bueno como el pan blanco en su Pegaso sin un Ala, el unico que tal vez pudo comprar y que usaba para sembrar La Palabra. Al hombre lo atrapo Lagua y no pudo escapar. Unos tritones de esos bondadosos e inmunes al monstruo intentaron salvarlo, pero solo el caballo volvio a ver la luz del dia, perdiendo el ala que le quedaba, pero no la vida (volvio a ser solo un caballo, pero no le importo mucho).
Dice la Dolorosa que tenia miedo que Lagua me hubiera llevado, pero ella sabe que ese demonio no podría llegar a La Torre ni aunque quisiera. Este lugar es muy alto y de forma muy absurda como para escalar.
Dice La Dolorosa que me ama y yo trato de creer. Pero a veces me canso.-

Fin del cuarto libro de Hami

Acabo de finalizar el cuarto libro de Hami, mi profeta y supongo que fue pecar de iluso creer que el libro realmente iba a terminar con una respuesta concreta, sobre el paradero de la llave. Que manía de mierda la de los autores, santos o seculares, del final abierto y el "interprete-usted-como-pueda-que-yo-no-supe-como-terminar".
No esperaba un mapa a color y detallado, ni una receta como las de cocina, pero al menos una pista de donde seguir buscando.
Ya hace casi un mes que Oli se arrojó desesperado desde la ventana porque no soportaba mas la soledad de La Torre. Lo entiendo, pero en el fondo no lo puedo perdonar.

"Para que habre venido hasta aqui, si no puedo mas de soledad. Ya no puedo mas de soledad".-