Saturday, December 5, 2015

Xeon, el muchacho-tigre de El Caparabar

Xeon llego por sorpresa a mi vida. Bah, a mi vista. Solo lo conozco desde lejos, y desde lejos me encanta imaginarmelo, lo construyo, inventandole una personalidad y metas y gustos y motivaciones, llenando asi los vacios de mi curiosidad.
Desde el balcón lo vi llegar una tarde gris de otoño con unas maderas y herramientas varias, con su sonrisa de chico picaro, una remerita blanca, un pantalon deportivo y su pelaje dorado que le daba un sol a esa tarde sin sol. Con mucho empeño construyó un puesto de comidas junto a su padre dentro de un caparazón que una pareja de pajaros habia abandonado hacia unas semanas.
Me imagino a Xeon como el tipico galancito de barrio con mil novias y la lengua dulce e inventiva que hace imposible que se lo pueda odiar. Para todo tiene una salida, un chiste, una excusa. Y si las palabras no funcionan y el cejo del interlocutor se frunce, el chico-tigre solo tiene que sonreír e iluminar el mundo. Nadie puede sostener el enfado frente a esa sonrisa que pone en movimiento a los girasoles, confundidos.
A veces me imagino a Xeon, posible. Posible para mi. Imagino que me mira y sostiene la mirada, luego sonríe y me saluda, invadiendome de verano:"¿Que hacés ahi arriba? ¡Baja y charlemos un rato! Yo invito". Por supuesto tanta luz como la de esa sonrisa y la dulzura de la invitacion es demasiado para La Torre, que se derrite de inmediato, dejandome al fin libre. Corro hacia El Caparabar, me acerco a este chico y le digo... ¿que le digo?. Alli mi imaginacion ilimitada se detiene en seco y no hay una forma logica de terminar la historia. El tiene toda la libertad del mundo, sus amigos, mil novias y un Caparabar... ¿que puedo darle yo, mohoso de tantos años encerrado, cubierto de sombras, invadido de invierno?.
A veces no puedo ni imaginar tranquilo, mierda.
Fuera de que es hermoso, de hecho nada se sobre Xeon. Mejor asi, el inventado es un amor.-

No comments:

Post a Comment